En 2018 el Chihuahua EXPRESS ha tenido un incremento importante en el número de inscritos, lo que permitió una pelea más intensa en todas las categorías de éste, que es uno de los pocos rallies de invitación en el mundo que cuenta con categorías para casi cualquier automóvil que sea de circulación legal en calles y carreteras. Así que la gran camaradería que ya es tradicional en este encuentro único en los caminos de Chihuahua, pues alcanzó grados de convivencia e integración en la que ya muchos llaman la ”Comunidad del Chihuahua EXPRESS”. Los pilotos, navegantes, preparadores y familias que participan de cerca en esta competencia, están de acuerdo en que por nada cambian estos días que son únicos en el calendario del deporte motor. A lo largo de tres días, el recorrido por el muy extenso Estado de Chihuahua siempre obsequia a todos con muchas sorpresas, aún para aquellos que ya conocen esta ruta completamente. Y pues las acciones y emociones no se hicieron esperar. Día 1. Chihuahua- Ciudad Madera-Chihuahua Cuando recorremos la carretera que atraviesa los campos Menonitas, vamos notando como los tímidos habitantes de esas comunidades cada año se atreven a observar cada vez más de cerca a los autos de competencia. En otros años, apenas se asomaban detrás de sus ventanas. Ahora salen a las cercas de sus extensos campos para buscar un buen lugar y no perderse de nada. Eso sí, a la orilla de la carretera no se acercan y eso está bien por seguridad. Los chiquillos menonitas nos saludan a todos y son muy visibles con sus indumentarias tradicionales. La muy rápida y larga etapa de velocidad inicial de este día, se recorre en sentido contrario como la última antes de volver a Chihuahua. Luego de un intenso día de caminos muy demandantes que nos llevan de ida y vuelta hasta Ciudad Madera, la curiosidad por saber las posiciones de los demás competidores nos hace superar el cansancio para llegar radiantes. Y todavía nos faltan dos días más. Día 2. Chihuahua-Divisadero-Chihuahua Recorrer el interior de la Sierra Tarahumara por caminos imponentes en muy buen estado es una de las mejores maneras que existen de disfrutar los autos de competencia, tanto modernos como históricos. El contacto tan cercano con la población Rarámuri en la Barranca del Cobre es una experiencia insuperable. Los pueblos madereros nos dan un pequeño respiro en las etapas de tránsito y los servicios del día. La vista del Divisadero es única en el mundo y nos recuerda que nos hemos alejado un largo trecho desde que salimos de Chihua esa mañana. El camino de regreso hay que emprenderlo con cautela, pues esas carreteras exigen concentración absoluta. El desafío del manejo en su máxima expresión. Nos preguntamos si sería posible hacer esta etapa dos veces seguidas, aunque el rally durara más. Pero el extenuante final del día, nos recuerda que los sueños tienen un límite. Día 3. Chihuahua-Ojinaga-Chihuahua Llegar al tercer día nos renueva el entusiasmo y la energía parece inagotable en todos. Las rápidas etapas del desierto son la delicia de los autos más potentes y mucha diversión para las categorías menores también. Ayer en Divisadero pensábamos que lo habíamos visto todo en sorpresas chihuahuenses, pero este día en el desierto nos apabulla de nuevo cuando llegamos al Cañón del Pegüis, para de ahí llegar a la fronterizaOjinaga donde la población se vuelca de entusiasmo con nuestra visita. No podemos dejar de pensar en el regreso, que aunque más corto que los dos primeros días, es mucho más rápido en velocidad máxima. Chihuahua recibe el final de nuestro largo Rally con un festejo a la llegada y la premiación final por la noche. Y las ganas de volver comienzan ya. A los organizadores les piden hacer más de una edición al año, que por ahora no sería tan fácil. El arcón de los deseos se abre y los ideales deportivos se desbordan. Hemos tocado las nubes y ahora queremos tocar el cielo. Y lo haremos. ¡Arriba Chihuahua!
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Autor
Eugenio Robleda Archivos
Junio 2023
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